La luz pulsada intensa (IPL) es una tecnología no invasiva que elimina las manchas marrones y las rojeces, al tiempo que suaviza la textura de la piel y reduce el tamaño de los poros. La luz se transforma en energía térmica cuando alcanza el colágeno situado bajo la superficie de la piel.
Un tratamiento típico suele requerir de 4 a 6 sesiones, proporcionando excelentes resultados a largo plazo. Se recomiendan uno o dos tratamientos de mantenimiento al año.
Nota: La exposición al sol provoca el envejecimiento prematuro de la piel, caracterizado por la aparición de arrugas, líneas de expresión, manchas marrones y rojeces. Además, los poros se dilatan y el tejido cutáneo se vuelve seco y laxo.
El tratamiento dura entre 30 y 45 minutos, dependiendo de las necesidades específicas de su piel.