Este tratamiento estimula la producción de nuevas células vivas y colágeno en la dermis mediante la eliminación mecánica de las células muertas de la piel utilizando cristales de diamante. Los poros se cerrarán tras la extracción de impurezas, y las manchas de pigmentación, líneas finas y cicatrices leves de acné también se reducirán tras el 1er tratamiento.
Desde el primer tratamiento, notará un cutis más radiante, una piel más firme y de aspecto más joven, y una reducción de la aparición de manchas pigmentarias, líneas de expresión, cicatrices de acné y poros. Un tratamiento típico suele requerir entre 4 y 6 sesiones, proporcionando excelentes resultados a largo plazo, y se recomienda someterse al tratamiento cada 2 o 4 semanas para obtener una exfoliación profunda y los máximos beneficios.
Cada sesión dura entre 60 y 120 minutos, dependiendo de las necesidades específicas de su piel.